Me levanté por la mañana un día cualquiera. Cuando me miré en el espejo del cuarto de baño no me reconocía. Era mi otro yo. Ese con el que había soñado dando vueltas en la cama esa misma noche.
Todo perfección: bien vestido, ni una arruga, ni una cana, dientes perfectos, sonrisa amable…
Me hizo tanta ilusión verme así que no fui capaz de volver a mi yo real. Prefería el del espejo, que se asemejaba a un post de instagram.
Atravesé el azogue y aquí estoy, viviendo esa vida de perfección que me maravilla. Lo que no sé es lo que habrán dicho en casa y en el trabajo al no encontrarme.
La fecha
Su secretaria le confirmó la cita. El lunes próximo tendría que firmar los papeles. Miró la fecha en el calendario y se preguntó por un momento cómo había llegado hasta allí, cómo habían llegado hasta allí. Noviazgo, amor, una casa, tres hijos... Tal vez nunca...