Microrrelatos

Tomando café (Y IV) El marido

Tomando café (Y IV) El marido

Fui con mi mujer a la fiesta de Navidad de la empresa. Llevaba un año trabajando allí y aunque no mezclo trabajo con vida familiar el jefe insistió mucho. Noté una sensación extraña cuando les presenté. Como si se conocieran de antes. Bromeamos sobre eso los tres. Mi...

Tomando café III (Ella)

Tomando café III (Ella)

Fui a la fiesta de Navidad donde trabaja mi marido. Llevaba apenas un año en la empresa. No me gustan mucho estas cosas, pero me pidió que le acompañara. Me presentó a su jefe. Me sacudió una corriente. Le di la mano y dos besos. Parecía que nos hubiéramos conocido en...

Tomando café II (Él)

Tomando café II (Él)

Nos conocimos en la fiesta de Navidad del trabajo. Insisto a los compañeros para que lleven a sus parejas. Todo es más cercano y divertido. Estoy separado y echo de menos esos planes festivos casi familiares. Era el primer año de su marido en la empresa. Cuando me la...

Tomando café

Tomando café

Se veían allí, en el café del Espejo, inocentemente, tras la comida, a la vista de todos. Él era el jefe de su marido, ella se encontraba casualmente con él. Lo que ninguno contaba es que una vez al mes se veían en un hotel céntrico pero discreto, en el que cada uno...

Elías y las flores

Elías y las flores

Elías acudía en cada fecha señalada al cementerio: cumpleaños, aniversarios de boda y defunción. No creía en ello. No creía en la otra vida. No creía en el ritual de llevar flores a los muertos. Pero su padre lo hacía siempre desde la muerte de su madre. Y él, aunque...

Los sueños

Los sueños

Otra vez había vuelto a soñar con él. Era el quinto día. Por cinco veces nos habíamos acercado tanto que casi nos rozábamos el rostro y cuando íbamos a besarnos, ¡zas!, me despertaba. Así que no lo dudé. Ese día cuando él terminaba de prepararme mi café, crucé la...

No te enviaré esta carta

No te enviaré esta carta

Hoy has vuelto a presentar un programa de television. Después de años de ausencia. Hace unos meses hablaron de ello en los medios, pero ahora vivo alejado del presente. No tengo redes sociales ni teléfono inteligente. Me ausenté del mundo porque no pude soportar tu...

24 uvas

24 uvas

Después de una cena ligera preparó dos platos con doce uvas cada uno y se dispuso a esperar que dieran las doce en el reloj de la Puerta del Sol en Madrid viendo la televisión. Todos habían intentado llevárselo a su casa esa noche. No querían que estuviera solo. Pero...

Pepiño

Pepiño

Amalia se santiguó tres veces porque contra el Diablo una sola no bastaba. Cuando bajaban por la calle de la iglesia el féretro con el cadáver de Pepiño, ella, tras santiguarse tres veces se dijo que no era posible. Al llegar a la puerta de la iglesia se oyeron unos...

El móvil

El móvil

No es posible. No. No me lo puedo creer. Yo, siempre perfecta, con mi móvil y mis gafas en una mano. En la otra puedo llevar bolso, bolsa, abrigo, papeles, carpetas, libros, lo que sea. Pero en una mano siempre va el móvil y mis gafas de ver de cerca. Pero a veces se...

La catana

La catana

En una noche pavorosa aparecieron tres cadáveres de forma simultánea en Madrid. El primero del que tuvimos noticia en la comisaría fue en Rosales: varón, unos treinta años, rubio. Degollado por un corte en la yugular quizá producido por una catana. 23 horas, 45...

En la cola del pan

En la cola del pan

Estaba en una cola en la panadería esperando para comprar una barra de pan. De repente el señor de atrás me pregunta: --Marga, ¿eres Marga? No identifiqué al hombre bajito y rechoncho casi calvo que me dedicaba la mejor de sus sonrisas. --Soy Carlos, me dijo....

Amigos

Amigos

<< Estamos en paz. Te pago una parte  ahora y la otra mitad cuando la mates. Yo estaré fuera de casa todo el día. Seguro que te abre sin problema. Para eso somos amigos>>. Y desde el bar de la esquina me marché al despacho con la extraña sensación del...

Soledad

Soledad

Como cada día se levantó, se dio una ducha y se tomó su café con leche. Últimamente no tomaba fruta por la mañana. Le daba pereza. Tampoco dedicaba tiempo a comprarla. Iba andando al gimnasio y bajaba al espá. No tenía ganas de hacer ejercicio. Allí se quedaba mirando...

La boda

La boda

No me lo podía creer . Ni mi familia. Ni mis amigos. Todo estaba reservado y pagado: el chaqué, el vestido de novia, los regalos, la cena de la preboda, la comida de la boda, el baile, las chuches y la barra libre. Hasta el viaje de novios, que debería llamarse de...

Final del verano

Final del verano

Los dos miraban a la cámara: enamorados, felices, contentos. Ella con su nuevo él. Él con su nueva ella.

La ciudad de los vientos

La ciudad de los vientos

Neblina nocturna. Una calle vacía. Un susurro. Sonido de pasos. Un tipo gris con sombrero. Una chica guapa de mirada turbia. Sangre… El escritor deja volar su imaginación y el tipo gris del sombrero saca un arma del bolsillo del abrigo. Es un abrigo largo, casi...

Vacaciones

Vacaciones

Queridas amigas: Sólo mandaros un mensaje breve y confidencial. Por fin lo he conseguido. Por primera vez me he ido de vacaciones sola. Me encuentro en un hotelito muy cuco en una habitación preciosa con una terraza con vistas al mar en la costa española. Estoy...

UN SUEÑO

UN SUEÑO

Antoñito, un día aparecerá un director de esos famosos de Hollywood, y aunque no te lo creas, querrá hacer una película aquí, en tu café, en nuestro café de toda la vida. -Deja, deja, no me cuentes esas cosas… -Pero Antonio, ¿no te das cuenta? Eso es lo que nos va a...

¿Por qué? (Y III)

¿Por qué? (Y III)

Por el pasado, por lo que no tenían, por su propia inseguridad. Lo que ninguno de los cuatro sabía es que su ella y su él habían iniciado una relación secreta tras volver de la playa a Madrid con la excusa de darse los teléfonos por los niños. Ellos, también...

¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué?

Ella y él se apañaron para intercambiarse los teléfonos con la cosa de los niños y los cumpleaños. En cuanto volvieron a Madrid desde la playa hicieron lo que no debían; lo fácil. Retomaron su relación de juventud. Sí. Pero ahora estaban casados y tenían hijos. Se...

Castillos de arena

Castillos de arena

De niños veraneaban en la misma urbanización, bajaban juntos a la playa con sus familias y juntos hacían castillos en la arena. De adolescentes jugaron a algo más que mamás y papás. De universitarios recorrieron Europa haciendo como que estudiaban un Erasmus. A la...

Un buen argumento

Un buen argumento

  Nos habían llamado esa mañana para pedirnos ayuda. En Marbella estaban especializados en narcotráfico, prostitución y venta de armas ilegales. No tenían ni idea de asesinos en serie. Nosotros sabíamos algo más porque en los últimos años habíamos hecho un...

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (Y III)

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (Y III)

Y no pude evitar sentirme nerviosa y atormentada; revuelta y emocionada. Un lugar se fue haciendo paso en mis silencios. Un ascensor. Un pasillo. Una planta. Una puerta. ¿Quién me convocaba a mí como si fuera él? En la planta 48. En la puerta 24. Casi cinco años...

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (II)

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (II)

Cada 48 días nos veíamos en el apartamento de la puerta 24. Nadie lo sabía. Ni sus guardaespaldas, ni su mujer, ni mi marido. Nunca me pregunté cómo llegaba hasta allí, Ni él a mí. Siempre me estaba esperando. La corbata y la chaqueta en la silla de la entrada....

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (I)

LOS NÚMEROS DE MI VIDA (I)

No podía creérmelo cuando llegó el mensaje al móvil. ¿Cómo tenían mi número? Otra vez el mismo lugar. Había olvidado esa dirección en mi mente. Habían hecho todo lo posible para que la olvidara. No me traía más que malos recuerdos. En alguna noche de pesadillas volvía...

Al otro lado del armario

Al otro lado del armario

Le dice que yo no existo. La pequeña Aurora asiente con tristeza. Su madre insiste abriendo el armario de nuevo. <<¿Ves? Aquí no hay nadie>>. Besa a su hija en la frente y sale cerrando la puerta. Entonces Aurora, que desde hace un año ha conectado con las...

La loca de mi amiga

La loca de mi amiga

Sólo a ella se le ocurre llevar chaqueta en verano, ordenador prendido al cuerpo como si de un órgano vital se tratara, bolso, a veces bolsa y quizá algo más que no quepa en dos manos y dos hombros. Eso, cuando no lleva a los tres niños a los que las dos manos no le...

La señora de la calle Goya

La señora de la calle Goya

Cae la tarde sobre Madrid, con esa luz que no es de día ni de noche pero que todavía ilumina. Llega al café de la esquina y se sienta en la terraza, en su mesa. Vestido a la moda con estampado geométrico, alpargatas de firma y corte de pelo moderno, con mechas, de...

El anuncio

El anuncio

Me quedaban unos meses de paro después del cierre de la editorial. El mercado de las letras estaba fatal. Trabajaba escribiendo cosas aquí y allá, pero sacaba una miseria. Se me ocurrió que podía hacer lo que un personaje de mi última novela: poner un anuncio:...