¿POR QUÉ QUIERES ESCRIBIR UNA NOVELA?
¿Has tenido una idea genial y te gustaría verla plasmada en un libro? Tal vez es el anhelo de todo ser humano: ESCRIBIR UN LIBRO.
Pero eso que hace tanta gente que abarrota las estanterías de librerías y grandes almacenes, no es tan fácil. Una de las primeras cosas que tenemos que plantearnos si queremos escribir una novela es por qué queremos escribirla. ¿Qué esperas tú de tu escritura, a quién va dirigida, por qué quieres contar esa historia?
Es importante que nos planteemos estos temas en un mundo tan globalizado como el nuestro dónde todo el mundo escribe en redes sociales, en redes específicas de escritura o en webs, blogs y newsletters. Estamos en un mundo en el que hay mucha información para leer y descubrir. Por eso es importante saber qué queremos contar y por qué. Pasea un rato por el monte o por la playa y pregúntatelo.
¿Quiero contar ficción? ¿Mi historia está adscrita a un género específico? ¿En forma de microrrelato, cuento corto, novela?
LEER PARA PODER ESCRIBIR
Una amiga periodista tuvo que entrevistar a los ganadores de un certamen literario de jóvenes escritores y antes de entrar en directo en la radio les preguntó a los finalistas que cuáles eran sus lecturas habituales. El más joven de todos contestó sin ningún rubor que él no había leído nunca un libro entero, ni siquiera los obligatorios de la enseñanza. La periodista casi abandona su puesto y se niega a la entrevista. No me extraña.
Alguien que quiera escribir una novela tiene que plantearse en primer lugar si tiene suficiente base cultural, si ha leído lo suficiente. Necesitas ser un buen lector para aprender a escribir. Tienes que aprender de los buenos cómo describen, cómo se documentan, cómo elaboran los personajes, cómo desarrollan la acción, cómo matan a sus actores… Y los diálogos. Cada vez es más importante crear buenos diálogos para dotar a una obra de agilidad, credibilidad y frescura. Es más importante de lo que uno cree. Los escritores norteamericanos son verdaderos maestros en la materia y es bueno leerlos para poder gestionar las conversaciones de nuestros personajes.
No se trata de copiar, ni plagiar lo que hacen otros. Jamás te diría eso. Pero ver cómo lo hacen otros te llevará a conseguir tu voz propia. Todos la tenemos. Si en un aula están cuatro personas y les pides que te cuenten por escrito un suceso que les muestras de un teletipo de agencia (supuestamente lo más objetivo que puede existir), cada uno contará esa noticia de una forma diferente. Cada mente tiene tendencia a elaborar una historia de una forma propia. Por eso es fundamental saber qué quieres contar y de qué manera quieres hacerlo.
Te pongo un ejemplo: puedes querer escribir una novela negra, pero puede ser de tipo policiaco o puede que quieras contar el punto de vista del asesino. Puedes ser muy morboso y detallar cómo se realiza el crimen, muy visual, con mucha sangre y descripción de elementos curiosos y diferentes, o elaborar linealmente la aparición de cadáveres, intervención de policías y desenlace al atrapar al asesino o asesinos. En cualquier caso, te servirá de referente lo que hayas leído del género: nacional o traducido (otro día hablamos de novela negra) pero tendrás también que buscar documentación real sobre la policía, guardia civil, mossos de escuadra o guardia foral para saber cómo actúan realmente. La ficción es ficción, pero debe ser bien contada. Las referencias históricas, el momento en el que sitúas la acción, las descripciones de lugares o paisajes…
Sí, puedes tener una idea genial, pero tienes que pasear para crearla en tu mente, leer sobre temas similares, imaginar ese contenido montado en tu cabeza, y después, tal vez después puedes empezar.
LIBROS Y CURSOS
Hay multitud de libros desde Iría López, Miguel Aranguren, Roberto Augusto, Leandro David, Lucas Bracco, Alberto del Vado, Mariano José Vázquez… puedes encontrar cientos de títulos que te dicen cómo tienes que escribir.
Algunos se especializan en géneros: novela romántica, negra, juvenil o simplemente te cuentan cómo escribir un bestseller.
Yo acudiría siempre a «Mientras escribo» de Stephen King. Es el mejor punto de partida que un escritor puede tener si quiere contar lo que lleva dentro o si quiere dedicarse de forma más profesional a plasmar sus ideas.
Si no quieres libros que te cuenten por escrito cómo tienes que escribir, puedes entrar en Youtube donde últimamente te solucionan cualquier problema de tu vida: clavar un clavo, arreglar una lavadora, pintar una puerta o en este caso, escribir un libro.
También puedes apuntarte a un taller de literatura creativa. Existen muchos. Depende de la ciudad donde vivas acudirás a unos o a otros.
Los hay impartidos por profesores famosos y pueden ser presenciales o por si no tienes tiempo, online. No es necesario asistir a una hora concreta. Te conectas cuando puedes y quieres.
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
El mayor problema al que se enfrenta alguien que quiere escribir una novela es ¿por dónde empiezo?
Se supone que quien quiere escribir es porque tiene una historia en la mente, tiene algo que contar, sea autobiográfico o inventado, pero no sabe qué quiere hacer con ello.
ESCRITOR MAPA Y ESCRITOR BRÚJULA
Hay escritores que simplemente improvisan. Ahora se les denomina BRÚJULA. Van donde les llevan las ideas. En cambio, los escritores MAPA, tienen que organizar todo lo que piensan para poder detallar sus historias. Estos segundos cuando se sientan a escribir ya lo tienen todo casi hecho, porque han dedicado un tiempo precioso a elaborar un esqueleto, unos personajes, unos escenarios y una documentación que les posibilita redactar de forma mucho más fácil que si sólo parten de una idea y se sientan. Ese trabajo que ya tiene elaborado el escritor mapa lo tiene que simultanear con la escritura el que sólo es brújula y se deja llevar por los impulsos de la historia imaginada.
DEFINICIÓN DE PERSONAJES
Independientemente de si eres brújula o mapa (nadie es puramente uno u otro) debes DEFINIR A LOS PERSONAJES
- Edades
- Nacimiento y muerte (si procede)
- Descripción física
- Trabajo, estudios
- Relaciones
- Genealogía familiar, laboral y amistad
Evitarás de esta forma que alguien rubio y de pelo liso sea en mitad de la trama moreno y de pelo rizado o repentinamente calvo. Muchos escritores realizan fichas de cada uno para evitar despistes de cambios de nombre o lugares de nacimiento o estudios realizados. Resulta muy práctico a la hora de escribir si tienes dudas acudir a esas fichas y consultar todos los datos de tus personajes. Es una buena manera de tenerlos localizados todo el tiempo durante la escritura.
TRAMAS Y SUBTRAMAS
- ¿Es sólo una historia?
- ¿Hay varias?
- ¿Se entremezclan?
- ¿Cuáles son imprescindibles para el desarrollo de la trama principal?
Probablemente nuestra primera idea sólo es contar una historia, pero la vida no es así de simple. Lo normal es que se mezclen varias historias en una porque sin la intervención de las otras historias no se desarrollaría en condiciones la principal. Es importante tener claro cuál es la principal y cuáles las secundarias. Si de repente la secundaria gana a la principal, mete la novela en un cajón, vuelve a pasear (playa o montaña) y replantéate tu historia. A veces los secundarios quitan el trabajo a los actores principales.
ESTRUCTURAR EL TRABAJO
Planificar bien lo que queremos hacer. Una novela no se improvisa, no es cuestión de días. Puede llevar meses o años.
Probablemente lo más importante es lo que tenemos “escrito” en la cabeza. Aprovecha tus tiempos muertos (transporte, descansos, viajes) para ir escribiendo tu historia mentalmente.
- Idea central
- Resumen de esa idea
- Entorno y características temporales (época en la que transcurre)
- Documentación necesaria para desarrollar la idea
- Dónde buscar la documentación (No sólo de internet vive el hombre)
- Libros que hayan podido tratar historias semejantes
- Descripción general de la trama principal
- Descripción general de las subtramas
- Definir la estructura del libro (fechas, capítulos, partes, forma de lectura, páginas por capítulo, subtítulos, entradillas, citas, notas, etc.)
CREACIÓN DEL PRIMER BORRADOR
Es fundamental tener una primera idea gestada en la cabeza y estructurada en tiempo y forma y unos personajes definidos para poder sentarte a escribir. Es el mínimo necesario. Las musas te tienen que pillar trabajando. Si sólo aspiras a trabajar cuando estés inspirado no vas por buen camino. La disciplina es fundamental en un escritor. Da igual si tienes treinta minutos al día como si tienes diez horas. Hay que ser sistemático para poder avanzar, para comenzar a trabajar. El primer borrador te ayudará a establecer qué y cómo lo quieres contar. Muchas veces hay que dejarlo reposar. A veces hay que reconstruirlo del todo y sólo se salvan unas cuantas páginas. O ninguna. Pero tu historia crecerá. Y tus ganas de contarla, también.
Es importante que cuando empieces tengas un final. Podrás cambiarlo, modificarlo, reescribirlo… pero si empiezas una historia deberías saber desde el inicio a dónde quieres ir a parar. Y si tienes el título, genial. Puede que encontrar el final y el título sea lo más difícil, pero si eres capaz de centrar alguno de tus paseos creativos en ese objetivo seguro que tu historia se escribe mejor. Con un buen título y un final claro seguro que las páginas interiores serán coser y cantar.
LA FELICIDAD DE ESCRIBIR
Este es el comienzo.
Dónde te llevará después la escritura siempre es una incógnita. Para ti que empiezas y para los escritores que llevan toda la vida.
Que sepas que hay escritores sólo de una novela. El resto de las que escriben pueden ser mejores o peores, pero tienen nada más una por la que son reconocidos, recordados y admirados. Otros, en cambio, son muy prolíficos y no destacarías ninguna de sus creaciones. Piensa que «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha» se escribió sólo una vez y sus secuelas no le han llegado a la suela de los zapatos nunca.
Pero piensa también que todos tenemos la necesidad de contar una historia: real o inventada y tenemos el derecho y el deber de transmitírsela a los demás.
¡Suerte! Comienzas una maravillosa aventura.