En una noche pavorosa aparecieron tres cadáveres de forma simultánea en Madrid. El primero del que tuvimos noticia en la comisaría fue en Rosales: varón, unos treinta años, rubio. Degollado por un corte en la yugular quizá producido por una catana. 23 horas, 45 minutos. Pocos instantes después llegaba otro aviso. Un muerto, en El Retiro: varón, unos treinta años, rubio. Degollado por un corte en la yugular quizá producido por una catana. 23 horas, 52 minutos. Mientras dividíamos el trabajo nos dieron el tercer parte. En la plaza de Castilla habían encontrado a un tercer cadáver: varón, unos treinta años, rubio. Degollado por un corte en la yugular quizá producido por una catana. 23 horas, 57 minutos.
Mi compañero comprobó las fotografías. Parecían trillizos. En ese momento circulaba por la Gran Vía un varón, unos treinta años, rubio, con una catana entre las manos rezumando sangre.