<<Es mi lectura para este finde !!! Una suerte encontrarte en @velazquez_lp_libreria. Llevo 37 páginas y estoy totalmente enganchada>> me escribía @altea_aletea.
Coincidimos en la Librería Laura Velázquez y compró mi primera novela, #LíneasParalelas. Me sigue ilusionando como el primer día. Cada libro que vendo, cada mensaje que recibo, cada crítica que un lector realiza… me sigue haciendo muy feliz. Mensajes como este impulsan a un aprendiz de escritor a seguir escribiendo. A veces uno tiene la sensación de no llegar a todo el mundo lector; sientes que han pasado unos años desde que publicaste por primera vez y te arrepientes de no haberlo hecho con más calma, buscando una editorial tradicional; sin precipitaciones. Te imaginas llamando a la puerta de muchos agentes, muchas editoriales y alguna habría dicho que sí y tendrías la ventaja de poder vender en librerías.
Pero el mercado cada vez va más rápido. Son numerosas las publicaciones, nacionales y extranjeras que aparecen cada día. Darte una vuelta por las librerías del barrio, pasear por el centro de Madrid en busca de tus favoritas, asomarte a Instagram, recorrer las páginas de periódicos o escuchar emisoras de radio. En todas partes se recomiendan libros. Se publican los premios otorgados en los últimos meses, salen novedades de autores de siempre, aparecen noveles con reseñas fantásticas…
Y tú, que publicaste hace dos años por última vez, te haces pequeñita. Y todavía no sabes lo que tardarás en dar por finalizada tu tercera novela. Porque cada vez te vuelves más perfeccionista y no hay quien te arranque el manuscrito. Sigues puliendo la historia, las historias. Continúas dando vueltas a la estructura. Limpias de palabras repetidas las descripciones. Optimizas la acción para que el lector disfrute. Porque es para un lector para quien escribes. Para un lector único que un día llegará a tus palabras, a tus personajes, a la vida que tú has creado para ellos y ese día te contarán lo que me han contando a mí en un mensaje después de cuatro años y tu yo escritor será feliz.
Gracias queridos lectores por dejarme seguir entrando en vuestros corazones. Prometo continuar escribiendo para que viajéis conmigo a otras vidas, a otros mundos.