Marzo, uno de mis meses favoritos, empezó un poco torcido.
Por causas ajenas a mi voluntad me grabaron en una reunión de forma ilegal y debieron utilizar mis palabras (no sé cuáles) para actuar en mi contra y en contra de mis relaciones con otras personas.
Estoy convencida de que no hablé ni dije nada que no hubiera dicho delante de esas personas, pero es cierto que si no están delante, te permites hablar de forma más ligera. Mal hecho.
No es el fin del mundo. Pero a mí, aunque sé de la imposibilidad de caer bien a todas las personas, de que toda la gente se sienta bien en entornos que a veces son un poco hostiles: reuniones del cole, grupos de deporte, grupos de padres y madres, grupos de trabajo, grupos de excursiones, reuniones de vecinos… me parece que es un atentado contra la intimidad que te graben sin tu consentimiento.
Quizá alguien opine que es una tontería, que cómo te va a quitar el sueño algo así, que tú tienes tu derecho a la intimidad, y que si te han grabado te debería importar un comino…
Probablemente. Cuando has cumplido cincuenta y todos, deberían darte igual estas cosas. Tú crees en ti, en tu trabajo y en tu honestidad. Es difícil que el del primero y el del cuarto opinen igual. Y ya en el portal de al lado, es imposible… A mí me enseñaron en el colegio, hace unos cuantos años, que el bien común era importante y necesario, y pensando en el bien común se podría trabajar mejor en el futuro.
Hay veces que pienso que este futuro no ha traído mejores cosas que el pasado. No toleramos al otro. Siempre recordaré en la boda de una compañera de facultad cómo les contó a su familia, a la que acababa de convertirse en suya por el matrimonio con su marido, y a la suya propia, lo que era la tolerancia. Casi le estropean la boda entre unos y otros. La segunda acepción de la RAE dice: <<Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias>>.
Pues eso, que el insomnio se combate con relajación, lectura y escritura mental. Y con el respeto de todos. Se duerme mejor.
Y algún día será normal el derecho a la intimidad y a la tolerancia.
Pongamos todos un poquito de nuestra parte. Será muy positivo en nuestro día a día.