Desaparecer
Me han contactado de un programa de radio. Llamé a mi familia para que supieran que iba a intervenir en las ondas. Para que ningún bienintencionado fuera a contárselo. Llevaba diez años sin hablar con ellos. Desde que intentaron localizarme en aquel famoso programa de televisión.
Me fui y rompí con todo. Era un infierno para ellos seguir viviendo conmigo. A veces la sangre no es fundamental para poder vivir. Aunque no lo crean, son más felices sin convivir conmigo. Yo me sentía bien con todos menos con ellos: mi madre, mi padre, mi hermana… no era capaz de estar en su día a día sin hacer daño.
Vivo lejos. Otro país. Otro trabajo. Otra identidad. Es una vida diferente a la que imaginaron para mí, pero creo humildemente que son así más felices y yo también.
Sé que cuesta entenderlo. Para los escritores es una utopía: desaparecer. Para mí es una realidad, y así quiero que siga siendo.