Mis frases favoritas
Cuando era jovencita me encantaba planificar. Tener todo organizado. Atado y bien atado. Lo que iba a estudiar, en qué iba a trabajar, dónde iba a vivir…
Me encanta la frase de Juan Marqués, @jmarquesmartin en su libro “El hombre que ordenaba bibliotecas” editado por @editorialpretextos: <<Triunfa en la vida aquel que es dueño de su tiempo, libre de poder invertirlo en lo que ama, en lo que le motiva>>.
Yo ahora me considero una triunfadora, porque sí, tengo la fortuna de disponer de mi tiempo y gastarlo o a veces malgastarlo como quiero. Y es un lujo.
Pero hubo un tiempo en el que la vida me iba poniendo escalones para subir y bajar, piezas de puzle para encajar en el paisaje adecuado y momentos en los que te superaban las circunstancias. Aprendí a no planificar.
Dice @maximohuerta, en “Adiós, pequeño” publicado por @editorialplaneta: <<Los recuerdos son como esas cerezas, uno trae otro,enredado,sin venir a cuento, sin permiso>>. Y tus recuerdos, sobre todo cuando hace ya unos pocos desde que cumpliste cincuenta, te llevan a mirar atrás. Tal vez lo hacemos demasiado.
“Presente, presente”, me digo muchas veces, pero entre lo planificado, lo hecho, y las expectativas de futuro nos quedamos perdidos y enredados en un hilo que es complejo de enhebrar.
Por eso, cuando uno baraja las cartas ( los hijos, los amigos, los conocidos… barajan las cartas y piden opinión) y se encuentra con dilemas acerca del camino a tomar, me sale del corazón decir: <<Donde la vida te lleve>>, porque aunque uno influye en los pasos a dar, siempre hay circunstancias que deciden un poco por nosotros y tenemos que adaptarnos a ese fluir, a las baldosas amarillas del mundo de Oz, o rojas o verdes o azules. Y sortear con buen talante esos pasos a dar. Paul Auster, en “Baumgartner” de @seix_barral dice casi al final: <<Recuerda este momento, chico, acuérdate de él durante el resto de tu vida, porque nunca te ocurrirá nada más importante que lo que te está pasando ahora mismo>>.
Seguro que la vida te llevará por lugares que ni siquiera hubieras imaginado cuando trazabas el esbozo de tu futuro. Lo importante es aceptar el rumbo o modificarlo si no estás conforme con él. Es fácil.
Solo tienes que creer en ti mismo.