A veces los libros llegan de forma inesperada. Y la mejor manera es cuando una amiga te regala #Elpaseo de Robert Walser.
No distingo entre libros grandes y pequeños y últimamente estoy leyendo libros largos que elijo entre los muchos pendientes. Me cuesta decidirme cuál es el siguiente pero me dejo llevar por mi corazón. Y de repente, irrumpe una pequeña historia publicada especialmente por @edsiruela en su centenario, en 2017, y me dejo llevar y hago un paréntesis entre mis otros libros (tanto los de trabajo como los de placer) y en un día leo esta pequeña novelita diferente a casi todo lo que he leído en los últimos tiempos.
Un paseo. ¿Se puede convertir un paseo en algo parecido a una novela?
Nos dice su autor: “Un paseo está siempre lleno de importantes manifestaciones dignas de ver y de sentir. De imágenes y vivas poesías, de hechizos y bellezas naturales bullen a menudo los lindos paseos, por cortos que sean”. Por supuesto, nuestro paseante es un poeta y nos asoma a lo cotidiano, a la vida misma con ojos de espectador en los que afirma: “Quizá nunca un autor haya pensado en el lector, de manera constante, tan tierna y gentilmente como yo”.
El vagabundeo necesario por el autor para contemplar el mundo, para hablar de las pequeñas y grandes cosas de la vida nos lleva a caminar junto a él: la belleza, lo absurdo de la vida, sus reflexiones de lo que va encontrando en su andar.
Cuando paseáis solos, si pudierais recoger todo lo que pasa por vuestra mente, ¿daría para una novela?