#Lasgratitudes de Delphine de Vigan era uno de esos libros pendientes que quieres leer y que no sabes cuándo va a ser su turno. Últimamente mezclo mucho libros de todo tipo y al tenerlo en formato electrónico me resulta más difícil “colarlo” frente a los físicos que me llaman a gritos desde las estanterías. Edición en formato digital de febrero de 2021 por @anagrama.
Me duró unas horas. Tiene toda la dureza y toda la ternura necesaria para leerse con emoción y respeto. Para los que hemos vivido situaciones similares es complicado verlo de lejos como mero espectador. Te sientes partícipe de la historia de Michka, Marie y Jerôme.
Pero el planteamiento (si eres capaz de separarte emocionalmente de él) es perfecto: agradecer. En la vida siempre hay que agradecer a las personas que tenemos alrededor, agradecer sus cuidados, sus atenciones, sus sonrisas, sus “buenos días”. Vivimos en una sociedad que ha olvidado dar las gracias, que da todo por supuesto y si bien es cierto que quien hace algo por los demás es porque quiere, el agradecer algo que una persona hace por otra es lo mejor que se puede hacer.
Michka, después de abandonar su domicilio y dejar progresivamente de poder comunicarse con normalidad, viviendo en una residencia geriátrica cuya directora corresponde con perfiles que desgraciadamente dirigen estos centros en la actualidad, necesita agradecer a las personas que le salvaron la vida siendo una niña. Cuenta con Marie, que es la hija que no tuvo y a la que ella ayudó y con Jerôme, logopeda del centro que la está ayudando y a quien ella quiere también ayudar. Es una cadena de gratitudes que emociona de principio a fin.
<<Envejecer es aprender a perder>>. Terrible pero cierto.
Por eso es importante saber vivir cada momento, agradecer cada instante vivido.
Bella novelita a la que sin duda merece la pena hacer un hueco en tus lecturas.
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