Las SinSombrero, de Tània Balló, editado por @espasa, recoge la historia de distintas mujeres, artistas y pensadoras de la generación del 27 cuyo legado determinante en la historia de nuestro país, desapareció de libros y testimonios, conservado solo el de los hombres.
Desde la investigación realizada para el documental #LasSinsombrero, producido y codirigido con Serrana Torres y Manuel Jiménez-Núñez para TVE se traslada dicho estudio a este libro, presentándonos a escritoras, artistas plásticas, dramaturgas y pensadoras como Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín, Marga Gil Röesset, María Teresa León, Maruja Mallo, Concha Méndez, Ángeles Santos, María Zambrano, Josefina de la Torre… mujeres todas ellas ignoradas incluso por sus propios compañeros.
Es cierto que la Guerra Civil y el exilio de muchas ayudó a que sus nombres desaparecieran; pero yo, estudiante de filología hispánica en la Universidad Complutense de Madrid en los ochenta, apenas oí hablar de Rosa Chacel, fuera de programa, porque una profesora de literatura, Margarita Smerdou, sobrina del poeta Manuel Altolaguirre, me recomendó «Barrio de maravillas».
Documentándome para próximos escritos, leo ahora sobre las mujeres que hicieron posible que hoy tengamos lo que tenemos: libertad; pero me paro a pensar en esas mujeres que también lucharon en la guerra civil como #lastrecerosas, mi tía Avelina, que no tuvieron el acceso a la educación que tuvieron estas mujeres privilegiadas; la diferencia entre el campo y la ciudad era tan abismal que te hace pensar mucho en todas las que se quedaron en el camino sabiendo apenas leer y escribir y huyendo a servir a las capitales para evitarles bocas que comer a sus padres. Entre medias, las mujeres que vivían en las ciudades, solo con educación básica, que vieron en la Segunda República la oportunidad que les ofrecía la vida para ser diferentes, para ser mujeres sin someterse a nadie y que la guerra y la terrible posguerra, cercenaron.
Libros como este nos ayudan a situarnos en el tiempo, a aprender más, a valorar lo que tenemos y a agradecer a esas mujeres y a las que han sacado del olvido sus vidas el poder tener hoy las nuestras. Un privilegio.