Reseña de París despertaba tarde de Máximo Huerta
Leer a @maximohuerta siempre es un lujo. Leer #Parísdespertabatarde, más.
París en 1924, el año de los Juegos Olímpicos de Coubertin.
La belleza, los paseos por el Sena, las mujeres que aman la vida.
Nuestras dos Alice: Humbert y Kiki de Montparnasse, y los hermanos de Alice y Madame LeClercq y Hortense y Ërno y Alexander. Todos personajes a los que llevaremos en el corazón.
Me preguntan a veces que por dónde se empieza a leer a Máximo. Ahora mismo y con la historia reciente diría que su última novela. Siempre he recomendado #Lanochesoñada porque la recuerdo con un cariño especial leyéndola en otro país y con incertidumbre personal a mi vuelta a España. También os diría #UnatiendaenParís, que os ayudará a comprender más la novela que hoy tenemos ante nosotros.
<<El tiempo es algo que nadie te da nunca, porque no existe tiempo para regalar>>
<<¿Qué es la vida sino una mezcla de tristeza, asombro, alegría y esperanza>>
<<La ilusión es un vestido sin coser>>
<<Uno de los efectos del enamoramiento ciego es que anula lo que pasa alrededor. Quema los caminos por los que has andado y se come las miguitas de pan que ha ido echando por si te perdías>>
<<París despertaba tarde, pero podría parecer que anochecía, porque los animales extraños de la oscuridad se mezclaban alegremente con los del amanecer>>.
La belleza en la historia, en el amor, en los Juegos Olímpicos, en el Sacré Coeur, en la amistad, en la maternidad, en lo cotidiano de la costura, sentarse en un café y ver la vida pasar… todo con una prosa bellísima que invita a leer despacio, con calma, con amor.
Gracias Máximo por escribir así de bonito, por permitirnos disfrutar de tus historias y de tus personajes, por hacernos sentir París.