Por el pasado, por lo que no tenían, por su propia inseguridad.
Lo que ninguno de los cuatro sabía es que su ella y su él habían iniciado una relación secreta tras volver de la playa a Madrid con la excusa de darse los teléfonos por los niños.
Ellos, también insatisfechos, se veían a escondidas en hoteles, en hostales, hacían el amor deprisa pero no se amaban.
¿Tenían alguna solución?
Eran ya incapaces de volver a su vida normal con sus parejas pero tampoco podían seguir así. No creían en las parejas abiertas, pero lo que sí tenían claro es que no querían a su pareja oficial para pelearse por ella ni a sus compañeros en la oscuridad.
Mejor poner punto y final.
A todo.
<<Oye, tengo algo que decirte>>.
Esa simple frase dicha a cuatro bandas era el punto y final y el mejor comienzo para una nueva vida.
Todos serían más felices,