Probablemente podríamos resumirlo como el sentimiento que experimenta una persona de ser descubierto como un fraude. ¿Lo has padecido alguna vez?
Proviene de las investigaciones psicológicas de finales de los setenta de dos psicólogas, Pauline Clance y Suzanne Imes.
Gente con grandes logros considera que no es suficientemente buena. La mayor experta en el tema es la doctora Valerie Young que clasifica en varios grupos a las personas que sufren este síndrome: perfeccionistas, individualistas, expertos, genios naturales y superhumanos.
Al margen de estas teorías psicológicas tan estudiadas fundamentalmente en mujeres creo que todos hemos sentido alguna vez que no somos lo suficientemente buenos para lo que estamos haciendo.
Me encuentro en un momento delicado como es el final de la corrección de la que puede ser mi tercera novela. Cuanto más corrijo, más depuro y más reorganizo, más dudas me entran acerca de mi historia.
Llevo la idea en mi cabeza desde hace años y plasmada en el papel antes de la pandemia. Se coló Y la vida se detuvo entre medias y suspendí su escritura dejándola reposar en un cajón. La he retomado ya en dos ocasiones y ahora, que casi está a punto, que tiene título y final, ahora, digo, me entran todos los nervios del mundo y la tentación de volver a esconderla.
¿Gustará la historia? ¿Enamorarán los personajes? ¿Conseguiré publicarla de forma tradicional? ¿Qué hago yo escribiendo?
Y dependiendo del momento me digo que escribo porque me encanta contar historias para vivir otras vidas y que las vivan mis lectores; también me digo que lo que está escrito con el corazón siempre tendrá un lector adecuado y seguro que al menos un lector tendré.
Y en otros momentos… doy un paseo, leo o escucho alguno de los libros que tengo empezados y escribo como práctica literaria algún microrrelato que comparto con vosotros.
Aquí sigo, debatiéndome en esta sinrazón que a veces es escribir. De todas formas siempre agradezco que las musas me pillen trabajando.