Se veían allí, en el café del Espejo, inocentemente, tras la comida, a la vista de todos. Él era el jefe de su marido, ella se encontraba casualmente con él.
Lo que ninguno contaba es que una vez al mes se veían en un hotel céntrico pero discreto, en el que cada uno entraba por una puerta distinta y allí daban rienda suelta a su pasión.
En el Espejo sólo tomaban café.
La fecha
Su secretaria le confirmó la cita. El lunes próximo tendría que firmar los papeles. Miró la fecha en el calendario y se preguntó por un momento cómo había llegado hasta allí, cómo habían llegado hasta allí. Noviazgo, amor, una casa, tres hijos... Tal vez nunca...