Fui a la fiesta de Navidad donde trabaja mi marido. Llevaba apenas un año en la empresa. No me gustan mucho estas cosas, pero me pidió que le acompañara. Me presentó a su jefe. Me sacudió una corriente. Le di la mano y dos besos. Parecía que nos hubiéramos conocido en otra vida. Todo cambió desde ese día. Nos vemos en un hotel céntrico en Madrid donde damos rienda suelta a nuestra pasión una vez al mes.
Tomamos café en El Espejo, cerca de mi trabajo, como si nos encontráramos por casualidad. Estoy aturdida. Vivo como una autómata. ¿Se puede amar a dos personas a la vez?
La fecha
Su secretaria le confirmó la cita. El lunes próximo tendría que firmar los papeles. Miró la fecha en el calendario y se preguntó por un momento cómo había llegado hasta allí, cómo habían llegado hasta allí. Noviazgo, amor, una casa, tres hijos... Tal vez nunca...