Bienvenidos de nuevo a mis cartas nocturnas de domingo noche, queridos lectores.
Retomo esta bonita rutina que interrumpí este verano para publicar en la plataforma Substack mi primera novela, #Líneasparalelas por entregas. Sí, como los antiguos folletines del siglo XIX o como las modernas publicaciones veraniegas tipo “Sin noticias de Gurb” de Eduardo Mendoza a finales del XX.
Pensé que a vosotros, amigos lectores, os gustaría esta idea. Pero he comprobado que no, que salvo algún capítulo en el que ha habido algún lector más de lo habitual, os gusta más que cuente mis ideas, impresiones, divagaciones o locuras antes que seguir cada día o cada dos días un trozo de un libro que no os ha llamado la atención aunque para mí sea importante porque es el primero que publiqué.
No pasa nada. No siempre escritores y lectores se ponen de acuerdo.
Volvemos al día a día (“los días de cada día” en Cataluña cuando traducen al castellano, expresión que siempre me gustó) y a ser felices con lo cotidiano.
Atrás queda el verano (que no el calor), las noches largas, los amaneceres remolones y los desayunos tardíos. Los viajes programados o no, las caminatas, los amigos, la playa o el río y la montaña.
Para algunos esta nostalgia entra en septiembre; para los afortunados que disfrutamos de nuestro propio horario, de nuestra propia vida, la vuelta a la rutina es más próxima a octubre y a las supuestas hojas caídas que cambian el color de parques y montes. Este año se está retrasando y cuando nos queramos dar cuenta habremos pasado de los tirantes a los abrigos sin darnos cuenta. Ayer comprobé en el supermercado que ya están los polvorones preparados para ser devorados. No me lo podía creer.
Lo que sí nos ha traído el comienzo de curso es un montón de novedades: libros, películas, series, obras de teatro… La vida no nos da para tanto. Pero no hay que estresarse. Algunos acumulamos libros como otros camisetas o bolígrafos. No hay prisa. Se leerán o no. Alguno siempre quedará pendiente, y a veces rescataremos aquellos que llevan años esperando ser leídos. Las modas también son pasajeras y es gratificante leer un libro que los demás leyeron hace años. Este año le tocó por fin el turno a Hamnet. Y seguro que leeré alguno más que se encuentra en segunda fila. No pasa nada. Lo importante es leer consciente y satisfecho con lo que lees. Sin prisa, disfrutando.
Acabo de terminar dos libros preciosos. “Nubosidad variable” de Carmen Martín Gaite, que leí cuando se publicó en 1992 y que ahora es otro libro, yo soy otra persona y mi vida no tiene nada que ver con la vida de la persona que yo era en los 90. El otro es Jane, biografía de Jane Austen por @cristina.onoro y @anajarenillustration editado por @lumenedit. Biografía preciosa con bellas ilustraciones. No podéis perdérosla. Estamos de aniversario.
Espero que nos viérais este verano en el @clublecturamiercolesnoche en Informe Semanal en La1 de RTVE. Ya nos hemos hecho famososos.
Desearos buena semana, buenas lecturas y un poquito de locura en nuestros corazones que alegre este otoño terrible si enciendes el televisor o la radio, si escuchas o lees las noticias que nos confirman que la Humanidad así en su conjunto, no tiene remedio.